Natural
Es aquella que abarca los bosques, árboles, matorrales,
plantas de cultivo, etc. Por ejemplo, en las explotaciones forestales se
producen una serie de residuos o subproductos, con un alto poder energético,
que no sirven para la fabricación de muebles ni papel, como son las hojas y
ramas pequeñas, y que se pueden aprovechar como fuente energética.
Los residuos de la madera se pueden aprovechar para
producir energía. De la misma manera, se pueden utilizar como combustible los
restos de las industrias de transformación de la madera, como los aserraderos,
carpinterías o fábricas de mueble y otros materiales más. Los “cultivos
energéticos” son otra forma de biomasa consistente en cultivos o plantaciones
que se hacen con fines exclusivamente energéticos, es decir, para aprovechar su
contenido de energía. Entre este tipo de cultivos
tenemos, por ejemplo, árboles como los chopos u otras plantas específicas. A
veces, no se suelen incluir en la energía de la biomasa que queda restringida a
la que se obtiene de modo secundario a partir de residuos, restos, etc.
Los biocarburantes son
combustibles líquidos que proceden de materias agrícolas ricas en azúcares,
como los cereales (bioetanol) o de grasas vegetales, como semillas de colza o
girasol de calabaza (biodiésel). Este tipo también puede denominarse como
“cultivos energéticos”. El bioetanol va dirigido a la sustitución de la
gasolina; y el [biodiesel] trata de sustituir al gasóleo. Se puede decir que
ambos constituyen una alternativa a los combustibles tradicionales del sector
del transporte, que derivan del petróleo.
Briquetas obtenidas a partir de
residuos de madera de haya, preparadas para combustión en calderas y chimeneas.
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